jueves, 9 de mayo de 2013
La Inteligencia del Mar y el Castigo
Llegamos a la inteligencia
con la idea del mar.
De un castigo.
Un mar que va más lejos que nosotros.
Un castigo que no puede
hacerlo.
En nuestros lógicos jueces de fantasía
abrimos estandartes
para fijar constelaciones.
Un juez que jamás abandona
sus juicios.
Un estandarte esperando ciudades
en guerra.
Un ser fijo en las constelaciones
para que la inmensidad
mida
una cartografía.
Y toda carta es un exagen geográfico
del papel al recordar su teoría.
De opalos freneticamente alados.
De prefijos que hoy indican
el abordaje científico de un alga
de una inflexión
de protocolos que tocan
el vacío.
Con la proporcionalidad
del lírico.
Angustiandose claro, angustiándose.
Al declararse inasible.
Guillermo Paredes Mattos
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