viernes, 3 de enero de 2020

Al Despertar muy Temprano





Señor. Hay algo màs religioso mientras camino.
Pero no està muy bien especificado.
Se encuentra en todos los seres que pasan por
mi lado. 
En las muchachas esta mañana de granizo.
En los juguetes de escarcha que un mitòn crea.
En el autoparte que un ladròn olvidò en medio
de la acera y que el policìa en estos 
momentos recoge.
Hay muchos curiosos y testigos que dan su
versiòn del asunto. Una totalmente distinta de la
otra.

No soy siderurgico. Tampoco industrial.
Describo relàmpagos si ello tiene que ver con un
decreto. Con una ley de color rojo en el pubis
de una mariposa.

Señor. Debo decirte. No sè si confesarme o en 
todo caso responder a esa especie de neblina que 
envuelve los objetos si camino por una figura.
Te explico. Una figura es algo que
dificilmente reconozco, pero que dice de manera
diferente todo aquello que tocamos.
Està relacionada al velo.
De hecho creo que es el velo quien la pronuncia.
Quien dice su sombra mientras los gallinazos
llegan a mis manos.
Estas manos que no son mìas. 
Estas manos que no son de minotauro.
Manos que no son uñas.
Mucho menos alas de moscas
o una citara de neòn donde avistamos flautas
o posibles circunferencias.

Lado a lado a veces señor es como suceden las
cosas. Vientre a vientre. Pero esa eduaciòn està
compuesta de cùpulas que mantienes
en la superficie de las flores.

En ese oceàno infinito.

Aquel que -.si despertamos muy temprano- podemos
mirar en un pètalo.



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