miércoles, 28 de noviembre de 2018

Performance Estética






Tomas del astro ese invierno prodigioso
que llega de la baba
de un caracol.

Con el mismo hollín que ayer
culminó su viaje en la grieta de un aparejo
en el que un crepúsculo mostraba
sus tejidos de nieve.

Cuando la lectura del oceano
roza plana y concreta el beso de la oscuridad
en la raíz de una jungla.

En cada abalorio
que gira en los números de los dados
cuando son arrojados a las
superficies
mientras las sienes
vuelven a configurar performances aladas
de cachorros.

Cuando las sílabas
recorren la espuma con el mito de un
pubis en su boca
y eso en alguna parte de nuestra sed
es todo lo que nos representa.

En la fogata formando sus circunferencias
y aquello que igual a un recogimiento
termina siendo el resplandor
y la oscuridad de ese presente
que pertenece a un hombre atado a 
los mástiles.

Uno que no ha puesto cera en sus oidos.

Para poder oir el canto de las sirenas.




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