viernes, 23 de noviembre de 2018

La Superficie del Oceano





El verbo duerme en estos volumenes.
Su rostro puede o no ser un nihilismo.

El silencio se separa de una manzana
en un eje, reencarnandose en la ilusión
y el deseo.

Ritos de propulsión enhebran
fantásticos voceos. No son los roces de
las hojas ni el destierro de la locura

es alguna cinta de escarcha. Profética
es el esplendor de esta miseria donde
las imagenes se pudren

donde los farallones
se arrojan sin encantamientos a
un filo donde el sueño es
aliento de gnosticas ceremonias.
Notables al parecer como un
peso.

Igual que una figura antes de la ola
observando en el mar la playa,

Y convirtiendo en un instante de suprema
intensidad en el agua, la superficie del oceano.





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