viernes, 4 de mayo de 2018
Planteado en el Aceite
El silencio es pequeño.
Nada de lo que habita en èl puede afirmar el
hermetismo de esta ciudad por la noche.
Ademàs hay un unicornio.
Una viscera.
Un intestino y un poco de saliva sobre la mesa
con la que sacìas tu sed.
Sì. Sè que el silencio es pequeño.
Pero no por ello medita en cada yelmo que
se superpone a otro en las veredas.
Tal silencio reflexiona.
Quiere decir que de vez en cuando refleja.
Ocasionalmente citoplasmas.
Vehìculos por lo general endocrìnos.
Yo lo observo desde alguno de los equilàteros
que me ha dado la vida.
Por supuesto no serà por mucho tiempo.
Yo lo miro desde esos epicentros con tantos
eslabones y arañas.
Por tantas encìas amarillas que suponen
el triunfo en la boca de la caries.
Por supuesto.
Obviamente. Sin ninguna perplejidad.
Apenas con movimientos cotidianos rectilineos.
Deslizàndose entre hordas de aceite.
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