lunes, 14 de mayo de 2018
Conteplaciòn de la Herida
Toda costra supone la existencia de una herida.
Sucede lo mismo cuando observamos una cicatrìz en la
piel.
Cada uno de nosotros lo sabe.
La realidad nos convenciò que es uno de sus absolutos.
Y siempre -de diferente forma- llegamos a ella.
Toda herida que el fondo no es sino el reflejo
de la experiencia o el espìritu. Sea material o celeste.
Subversivo y marginal como un tenedor o
una luz coherente donde un indòmito nihilismo nos roza.
Todo nihilismo es indòmito.
No puede ser nada màs.
Como el amor vuelve a incrustarse en nuestra
memoria. Especificamente en el lugar
donde esa memoria ha ocultado su corazòn bajo el
pecho.
Para que cada hombre sobre la tierra pueda sentir
nada màs que su dolor.
Pero jamàs asistir a la contemplaciòn de sus heridas.
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