jueves, 24 de mayo de 2018

La Salida de un Pàjaro





Tù salìas de un pàjaro. Yo llegaba del
lenguaje.

Vivìamos en una ojera que se precipitaba sobre
el mar. Desde ella llegaban de vez en cuando al infinito
los veleros.

Todo velero iba a ser tràgico. Lo sè.
Igual a una empuñadura en el rostro. Semejante a un
vacìo de carne donde se golpean las constelaciones.
Los navìos. Todo aquello que cerraba
sus manos tratando de oprimir un cefiro porque
allì viaja la magia.

El mundo era de vez en cuando un dado.
Una comprensiòn vanguardista de dios y sus pupilos.
Un color azabache sujetandose a tus labios. No porque
sus sonidos iban a ser pronunciados. 
No porque en cada silaba que formaba esa palabra dormìa
ese doloroso presagio que tiene
todo encantamiento.

Y el encantamiento entonces era adolescente.

La adolescencia no es màs que maravillos mito 
semejante a la infancia.

Donde los buitres arrancan con sus picos
la arena.






No hay comentarios:

Publicar un comentario