viernes, 9 de noviembre de 2012

Las Estrofas de Sangre y Recogimiento





Cuando el estilo se busca.
Y convirtiendo todas las palabras en inocencias,
una de sus primeras curiosidades es que no pertenecen
a niños. Pero corren infantiles por campos de tormenta
donde el agua arrastra cenizas de sangre
de rostros que no son nuestros.

De quiènes eran esas sangres.
En què parte sus huesos se transformaron en polvo
para lograr llamarnos.

Porquè las cenizas despuès de conocer su nombre
entre la nada elevan esa experiencia
al hombre
y lo hacen con la noesis de quien no posee necesidad
de recoger naves o diagramas de antitesis,
escolasticos fuelles o diametros de pensamiento
igual a apolo, cuando discierne bajo el aura
de un dormitorio
de un clavel empecinado en tramitar
la orgìa del cadaver, mientras su miramiento
perdona una causa de tridentes,
un revolucionario tallo
con polvoras de setiembre en las fosas.

Cuando el estilo no busca. Cuando es tìpico.
semejante al acordeòn del estro
memorizando las pautas de la silaba 
mientras su papel de universo pierde
ese momento con su evoluciòn.

Para entrar en el recogimiento.




Guillermo Paredes Mattos


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