miércoles, 14 de noviembre de 2012

Descendencia del Latido






Con tìtulos personales entrè a la expresiòn.
Bajo esa oraciòn ascendì hasta una edad.
Me convertì en equino.

Fuì comprensible, por ello llegaban
desde otras civilizaciones hipnosis de verde.

El oleaje escencial de ninguna pronunciaciòn
prolongò las primaveras donde algo
como la vida representaba
un hemisferio
dotado por el infinito de nada.

La nada es la primera psicologìa
para expresarse.

El concepto del numero entre la antiguedad.

Lo docil y efìmero con un otoño exiliado por
el crimen a una masacre.

Y toda es lirismo.

Es decir el apocrifo latido de una tarde.




Guillermo Paredes Mattos

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