lunes, 5 de noviembre de 2012

Exegesis Cardinales






En mì las cosas escriben.
En mì los objetos son seres. Y con algo 
de sombra participan del viento al
tocar una efigie.

Pero creo en una idea camino del agua
al vaticinio. En la sed y mi sed si logran comportarse
y actuar dentro de un portatropas
o un vigia cuyo ùnico derecho a 
vivir son los lìmites.

Pero no sòlo en mì escriben las cosas.
Hay otras donde pueden desnaturalizarse.
Existen millones sin principio. No es necesario
volver de la conciencia a los sìmbolos,
vagando por esa anarquìa espiritual
con reino sin saga,
en los silencios de un tumor
en la escatologìa de las brasas. Las que
llevamos tan interiormente en un ala,
lo divino nos es conderà siempre la otra.

Las cosas escriben.
Ello no significa su sombra.
Tampoco la fase ardiente de su tez.
Mucho menos la identidad
del planeta cuando
es platònico.

O mesianico.

No importa.

Las cartas siempre son desechas por 
la lluvia.



Guillermo Paredes Mattos




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