Allì un sonido.
Con el tiempo desarrollò la construcciòn del arte
y una vìa, donde el anhelo
llegaba ebrio de suburbios
danzando entre espigones de sagrados mediodìas.
Entonces decìas que el mar se habìa arrojado
a un sepulcro, lleno de besos conscriptos,
acompañado de ceras, guìado por botellas
de alcohol y el lirio
trashumante de una hoguera.
Pero mirabas oràculos de hierba
y no podìas descifrarlo.
Asi nacìan
las fascinantes esperas de una llama
circunscripta en las sombras
entre escenas oscuras
cuyos lienzos inspiraban
a la redenciòn de los magos
y es que la magia no es sòlo sospechar
que es el rìo quien nos lleva
cada amanecer por esas brùjulas
que corren por los sueños.
Tambièn es -ya en el dìa- afirmarlo.
Guillermo Isaac paredes mattos
martes, 24 de mayo de 2011
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me encanta en general, pero no me casa la palabra conscriptos, a parte de esto me encanta segun mi interpretacion, no todos vemos lo mismo en un cuadro
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