jueves, 16 de mayo de 2019
El Corazón Sobre la Tierra
El relato era azul en una de sus corolas.
Una libélula escribía.
Otra mordía el viento con invisibles caninos.
La noche era otro objeto transparente
en cada una de las superficies.
La gravedad igual que el dolor devolvía las
cosas a la tierra.
Así volvían a encontrarse con las raíces
cifradas en ella.
Por supuesto estaba el corazón.
Su gillete era alado.
Su onomatopeya se desvanecía al
mezclarse con la percusión de las
venas.
Era un corazón que no se cansaba de regar
tragedias sobre la tierra.
Qué otra cosa podría hacer nuestro corazón
en esta tierra?
Para él no hay nada más. Lleno de dramas
e imposibles idilios cuelga de los
árboles aguardando
murciélagos.
Y cada ser en este mundo se pregunta porqué
Cada ser lo pregunta en mañanas de frío
y otoño donde los pelícanos
trazan esvásticos ejes
en un asta
en una hegemonía
o hasta en una plaga de langostas
Frente a un lugar donde los precipicios han
encontrado al fín sus palabras.
Y ahora.
Ahora es el turno de los abismos.
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