Cuando tu existencia
sea un climax buscándose entre tus palabras
desde un hermetico fervor, mustio y cientifico
como una idea.
Cuando del mar
tengas respuestas gigantes
y la espuma corte tus oidos
anhelando el fuero de tus timpanos
el velo del fragor en tu
garganta
esa casi sensatez meláncolica
de nube y aparato
esa carnicería de alabarda siempre
en la continuidad
irónica cual puesto de fiebres
o metódicas parádojas
errantes entre el desengaño y
la sangre.
En sus leyendas
pues dejan de ser nuestras
y convocan a huelgas de uniformes o vacíos
seguros de ésta calle
convencidas de una vereda.
En una prensa de ofidios
sobre muestras de galaxias
fija el torno de una vez el diálogo
de su empedrado
la caricatura pelvica de sus asta.
Una persuasíón hiálina.
Y entonces herimos un escandalo
en la providencia,
entonces como un bastión
de insurgencia,
somos encaminados hacia
una masacre.
Ebria de erotismo.
Guillermo Isaac paredes mattos
viernes, 8 de julio de 2011
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