Busco en los cìrculos.
En los hechos de dios, sobre todo el ladrido
abriendo una mueca de cisne.
Navego entre filas. Allì donde la nieve
es clìnica profanaciòn de algo sagrado.
Una metamorfosis de premoniciòn.
Los cèfiros donde se recoge a tientas
el labio de la maldiciòn tocando el tiempo.
Yo debo a ese tiempo la imaginaciòn del pronunciar.
La naturaleza de un hombre siempre desmedido.
Organizando nada màs fantasìas.
Su aliento se alejaba comunmente del arte de
los trapecios.
Recuerdo que era dòcil como el temperamento.
Recuerdo que hablaba de la distancia
y a veces se despedazaba.
Sombrìo como una veleta, engañandome en cada trasto,
mi deleite fue acompasarlo
con vortices ideales.
donde los astros eran impresiones fìsicas.
Aùn està entre los armisticios.
Todavìa logra desbocarse cuando las hojas
son una hoguera de dolor sin heridas.
Yo aùn camino irracional y puro
en su fuego.
Buscando en sus cìrculos
mi diario fìsico.
Guillermo isaac paredes mattos
viernes, 1 de julio de 2011
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