sábado, 9 de julio de 2011

Carta Astral de la Rosa

II



El destino ha cruzado por mis ojos
llevàndose sus iris.

Hay otros, ancianos como el fuego
despertando yescas. Si en su espìritu
lo antropològico vagara como un perro
dejarìa mi ladrido a tu lado.

Pero lo hago siempre a las paredes.


El lumen de la destrucciòn
insemina los parpados y
deja una pregunta en ello...

Cùal es la pregunta que suspende el destino...

Y lo deja en medio del camino.

Muy lejos, an algùn punto perdido entre el ser
y los cielos.



Pero esa pregunta no existe.

Hay en cambio interrogantes que llegan
de los sìmbolos cuando no aprendèmos a morir
y la providencia emprende desde su soledad
una expediciòn a esas manos azules
hijas de la divinidad
en su locura.


El sìmbolo se abre a una interrogante.
A una reflexiòn, a laberintos
donde la astralidad deja lo astral
para transformarse en naturaleza
que nos diga otra cosa.

Còmo quisiera que la rosa hiciera lo mismo.
Còmo desearìa que sus cartas fueran destruidas
por otros titanes.

Que dejaran de soñar -como yo- en un poema.


Pero hoy no es ese momento.
Para llegar a esa trascendencia nos queda
demasiado.

Esa estètica se ha perdido, màs no su tradiciòn.

Ni la astralidad de su
belleza.





Guillermo Isaac Paredes Mattos

No hay comentarios:

Publicar un comentario