Segùn el Sol
Andarà mi espionaje sobre tu ojo izquierdo...
Dice el mar, he visto muchas veces tus piernas
al ritmo de ningùn pensamiento
pero has seguido a travès de la noche
igual que un himno que desciende de los astros.
Dice el àrbol, bajo mis ramas buscabas la divinidad
igual que un pàjaro, pero tu cuerpo encarcelaba
tu alma. Entonces cùal era la brùjula en tus sienes
quièn despertaba acechando dominios e imperios
quièn recogìa el sol que lucìa el fuego
para que tu mirada se cegara.
Dònde hablaba el eco si ningun sonido
formaba la garganta
y las palabras habìan confundido
su destino y hacia manantiales
de brillo lo guiaban.
Asi nos engaña la poesìa corazòn.
Dònde el mar, cùal secreto
anhelo detràs del frenesì, porquè
esta pubertad de sigilos
dònde adientes caballos en mis parpados
detienenme para empezar desde
la imaginaciòn cuando liba un sextante
una ojera y un barco
dentro de sus ruedas.
Y entonces hablar dentro de pinaculos
eludiendo el eter
para luego emanar su tibieza.
Y entonces sè, entonces vuelvo
a la estètica de mi propia derrota
y ni siquiera mi espiritu
puede ser el profeta de
de mi alma.
Guillermo Isaac Paredes Mattos
jueves, 20 de mayo de 2010
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guille q lindo ver tus poemas publicados!!!!!! es una inmensa alegria verlos.
ResponderEliminarcuidate mucho.
un abrazo grande entre el cielo y el mar
poly
Ahora con todo derecho este blog puede decir que en su espìritu habìtan cuatro gatos.
ResponderEliminarUn abrazo Poly.
Guille.