miércoles, 31 de julio de 2019

Contenidos Terrestres





Hay un ocèano que empieza donde no termina el sol.
Una mañana de cebras que limitan trepidantes.
El universo de un racimo sobre una cùpula dorada.
Veo la adolescencia de una pantera en los
cìrculos. 

Hay una atmòsfera cuyo significado se pierde en 
otras dimensiones. Estàn los accesos al vidrio. El
poema de barro que entendì como una gaviota 
oprimiendose en un ala. Justo en el
instante que las estampidas llevan rituales que
inundan los cometas.
Lo inundan de algo extraño y sagrado.

Se encuentran el polen y la hoja convertidos en 
prismas por el interior de un telescopio.
La subjetividad con extrañas mandìbulas en las
cuales orbita una naranja.
La sensaciòn de que se vive y se espera en una aguja, 
junto a recipientes que hacen de la vida un contenido.
Un pobre destello. Una inùtil franja donde la
mimesis que se recoje del tiempo sòlo
transforma un reflejo. Lùcido creo. Semi-poètico
como alga.

Existe una respiraciòn donde el interior expone
su vereda, Su espejismo. Su restante trasatlàntico.
Una obviedad que es nuclear.

Atòmica como el labio que besa en su soledad
una palabra.






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