martes, 28 de noviembre de 2017
Desde Ningùn Mundo
El viò el mundo en cualquier ciruela.
En cualquier bacìlica. Ese entonces el mundo
estaba tambièn hecho de hordas.
Tù preguntaràs cùal es la diferencia con èste que
se mueve en el presente. La diferencia es que hoy por la
luz ascienden manadas.
En una manada hay puntos de nieve.
Brillos incandescentes.
Silencios como los que estallan en los parpados
cuando cae en ellos la lluvia. Coincido conmigo en que
es un silencio extraño. Lleno de
venas.
Con què otra cosa podrìa coincidir en esta tarde
en que el crepùsculo humedece todo analisis
en los carbones.
Con què otra palabra en este mundo.
En esta cronica historia donde las palabras
incendian sus grietas. El rigor màs abstracto en una
de sus sombras en ellas.
Los cometas mientras tanto llevan himnos de nutrias.
Transparencias o equinodermos que no podràn ser profecìas.
El viò un mundo en todas las sombras.
Pero a veces sucede que una sombra es una cebolla.
El roce de un ancestral mito en los cabellos.
O la constelaciòn que se ovala ante la llegada de una
pesadilla.
Me preguntaràs si lo ùltimo es posible.
Y aquello que vive en mì desde ningùn mundo
lo responde.
Sin ese doloroso peso que significa pronunciar
una palabra.
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