Poesìa
Para ti, donde quiera que estes.
Tengo miedo de la arena, porque en ella
el mar acaba su historia.
Tengo pavor de los pàjaros, sòlo saben sostenerse
en el cielo.
Ninguno anduvo a mi diestra mantuviendo un diàlogo.
Para dictar sus monòlogos eligieron el aire.
Tengo tanto pavor de este momento que precisamente
esta palabra de èl me separa,
con algo de mentira, con algo de verdad
irracional como la primera noche en que bebìa cabezas
y el mundo era el horizonte perverso,
la exactiutd de una forma donde muere el agua.
Ya lo he dicho tengo miedo de la arena.
Tengo miedo de la arena porque no conoce soledad
es como un santuario donde las olas
no llevan cruces ni epitafios
ninguna làpida hay de ellas donde pueda reconocer
su leyenda.
Pero a mì, me importa poco este miedo
por ello hablo de èl, por ello lo visto, lo calzo
y hasta lo arrojo al precipicio vestido de cometa.
Què sabrè yo de calabozos, què sabrè de locuras
vivo ensimismado en puntos de albumina
y si quiero contar para ello estàn los cuadrados.
No me tiento, siempre soy temerario cuando se trata
de este aquì, de este soplo resumiendo mitades
abriendo sensores de algas, indagando sienes.
Poseo un halo pero èl no me posee,
llevo una prudencia vestida de rojo, un animal de fuego en
cada despertar y si quiero la distancia es pecado
del horizonte por querer soñar lo lejano.
Pero en escencia tengo miedo de la arena
porque allì el mar termina su historia.
Guillermo Isaac paredes mattos
Guillermo Isaac paredes mattos
lunes, 30 de enero de 2012
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Q belleza me encanta el mar y la arena el poema es bello profundo me gusta
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