lunes, 15 de marzo de 2010

Caida Isosceles

Caida Isosceles

No irè por un cuadrado para ver como
se pudren los dioses,
esa mejilla la dejo para los angeles.

Idolatrìas antes de mì oscurecieron
la imaginaciòn entrando a la niebla y yo el hermetico, me niego
ante mì, con los adjetivos misteriosos del aire.

Y aunque el aire, descienda de parajes y coloquios,
despiertan entre abarrotes de hambre, como morteros
que sorprenden el sueño y lo impregnan de alevines.

No, no he dejado ninguna prosa ni poema para el ser.
Sòlo un perfil que delatara el poema
el ente en èl del tornasol y su escamosa sabidurìa.

Allì vive la nostalgia de un cirio y su caida isosceles.

Vida, antes que suspendas mi naturaleza
yo te propongo otra calle
una ciudad que nadie podrà ver
un laberinto ante el cual
no podremos enfrentarnos.

Y recuerdalo se estàn pudriendo los dioses
y ello es otra caida.

Un acto sin tallos cerca del mar.

Un bosque asediando una polea, un serventesio
inombrable, asi como se nombra la indiferencia
los cuellos de adversarios buscando
un enemigo dentro de su espìritu
cuando eso sòlo lo decide el destino.

No soy ninguna perpendicular pisada
eso lo convertì en cenizas
eso es polvo que arrastrò uno de mis zapatos
el otro debe arrastrar los libros que escribì.

Esas cosas llamadas poemarios.

Y creeme caida isosceles.

Jamàs viviò la intelectualidad en ella.

Cuando vuelvo a su corazòn no hay ningun poema
donde podamos encontrarnos.

Y entonces sòlo sè que
aguarda otro.



Guillermo.

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