lunes, 8 de marzo de 2010

Angulos de Primavera

Angulos de Primavera
este poema està dedicado.




Nuestra primavera es confusa.

Nace legendaria sin haber rozado la leyenda.

Evita resultados comunes, la formula del sol al caer,

esa fìsica donde la gravedad apaga curiosamente

su voluntad entre la muerte.


En esta ùltima estrofa termina mi conversaciòn

con el que habla, estropeàndolo todo desde mi boca. Esto

no es necesariamente otro lenguaje.


Pero es previo a una tradiciòn buscando mañanas

sin espumas.


La verguenza de mi logos hecha de desprecio

porque teoricamente su medalla es ideal,

posee hechos semejantes a un infiltrado,

consideraciones natales como

el nimbo,

generales palacios dentro de astrales esculturas

sellando su nombre

en el màs rustico monumento.


Menciono rustico monumento,

Pues su presente de castigo y làtigo

invade los idiomas donde el abismo

es vertiginoso como una sacudida

de vidrio.



Nuestra verdad no es pensamiento.

No hablo de una verdad que pertenezca a todos,

sucede que dentro de mi hay muchos seres, apenas conozco

uno que otro. Todos caminan con un libro diferente y extraño

bajo los pies, en interiores que pueden ser

llamadas huellas. En consecuencia...


De ellos puedo decir que son arrojados por un velo,

por una torre sin oyentes

y ese poeta incriminàndose en suertes de

capturas o vàndalos,

sigue el desierto de un ladrillo

con una esperanza sin magia ni elasticidad,

trovadora como todas las carceles del cirro.



Nuestro universo deduce.

Abre circulos, territorios de muelles donde

ninguna escollera lograrà identificarse,

esa es una pobreza literaria

un camino sin expresiòn tan lleno de esteticidad

que sòlo me quedan latrocinios. Hablo de puramente hemistiquios.

Un puente sordidamente entre la rodilla

y mi codo,

su incendio sin repeler,

su antiguedad donde la existencia es pobre y generosa

y hasta seres de lucidez y locura

-esos tan ajenos a este texto-

forman la realidad para poder acariciar en mi soledad

la realidad de uno de sus movimientos.


Para mi trama, que puede ser lo mismo

que para mi tragedia

eso se convierte en la màs luminosa

desgracia.



Guillermo Isaac paredes Mattos.

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