miércoles, 20 de diciembre de 2017
El Arbol que Camina por la Orilla
A esta hora hay un àrbol que camina por la orilla.
Tambièn un astro abandonado sobre la playa pronunciando
las palabras que los dioses
incrustaron en su silueta. Esos dioses
provenìan de la infancia. Tanto dioses como astros sòlo buscan
alejarse de ellas. Eso es inutil.
Las palabras son màgicos demonios que vuelven.
Espìritus inhospitos que regresan.
Los barcos se arrastran por primera vez entre los eslabones.
Un cocodrilo asciende al diario de un emperdible en la boca.
En los troqueles.
En el mito que conoce sus revelaciones sòlo para
desvanecerse.
Para arrancar una aguja de la oscuridad.
De la intensidad.
De los escalofrìos con los que conocemos a veces la razòn
o no de estar aquì.
Y de buscar con ellos los equilibrios que anhelamos en
otras raices, allì donde la tierra
se despliega encerrada en si misma como una andanada.
Llena de lucidas intemperies.
En un mundo donde el sueño para mostrarse nunca
toma las figuras de su propia existencia.
Y elige aquellas que pertenecen a la realidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario