viernes, 18 de enero de 2013

El Presentimiento Antropomòrfico








El poema no siempre cuenta su historia.

Tampoco es un resultado de la vida
ni el hermetismo.

Por ello no es menos lirico, ni antropomorfico.

No siempre.


Ante ello la caminata de una estalàctita
es la persecuciòn donde
vamonos descubriendo.

Ante ello cualquier precisiòn con que
invocamos el presente
termina en las manos de la premoniciòn; del
presentimiento.

El poema no cuenta su historia porque
en su espìritu agoniza un oràculo y antes
debe liberarlo.

No con la nociòn tradicional que tenemos
de libertad en la conciencia.

Esa nociòn que profundamente es un ìdolo.

Entre èl y el hombre no hay
cuentas saldadas para salir a otros rìos.

Sòlo hay un orfebre.

Uno que debe trotar eternamente - por no
decir levitar- antes que la respuesta
de una poesìa lo alcanze.

Y es orfebre, es como un poema;
como ese idolo, igual a la caida,
emsuciandose entre la libertad solamente.





Guillermo Paredes Mattos

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