sábado, 12 de enero de 2013

El Plural y Singular de la Orilla




De tal espuma, el hado.

En tal existencia, la necesidad o
el pensamiento.

El pensamiento dentro de la existencia
jamàs puede ir solo.

Frente a ellos la creaciòn es un alga.

El miramiento de una horda reminiscente.

Un conjuro del habla al sentir, al tallar
en ese sentir o su expresividad; un tal o el cual,
hasta un interìn.

Luego alguien despierta cortocircuitos
dentro de la percepciòn,
pero aùn asi, en lo concerniente al habla,
sus palabras no deben ser modernas
para encontrar el lugar que 
logre ser exacto aquì.

En algùn modo eso se parece a los dìas grises
de nuestra vida, esos que nos pertenecen
pero jamàs son de nosotros.

Quizà podamos seguir tallando: El devenir 
aparece ahora, su latido no es transparente, no,
yo he vivido engañado. Esta es la conclusiòn 
en el singular de mi vida.

Y lo entiendo  -sigo en el singular- en las costas,
entiendo que alguien arriba con los mares.

No es sòlo movimiento ni  su replica..

Y la segunda conclusiòn que me a acerca 
a su espìritu, es que toda orilla 
es un puerto.



Guillermo Paredes Mattos




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