lunes, 20 de agosto de 2012

El Llamado de los Primogènitos






Prefiero las raices.
El antro de los sueños entre la supersticiòn.
Amo lo que no logra tocarse, una idea, un mito,
un angel empalado por los dioses cuando la dimension
de dos tradiciones se encuentran
envenados por la eventualidad de una cultura.

Eligo en el aceite: Cipreses de niños o làmparas 
derrocan la marca de un superdotado
encima de las copas, igual que el gorjeo
o el rumiante tronar del acero
al convertirse en delta de piel
en ballet  sumiendo entre cìnicas esporas
el tridente que devasta su universo
con un respiro sin condiciòn o naturaleza,
advenedizo, citadino como los mensajes del mar
al destrezarse, al voltear la cara
o llevar el juicio del aura
enlazando una plaga.

Una noche en que la tierra esta seca.

Y sòlo llamamos a los primogènitos.




Guillermo Paredes Mattos




 

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