El estadio es otro tiempo.
La metafìsica del diluvio juntando descenlaces.
El otro yo del confìn practicando entre movimientos
de puñales. Entre porcelanas de agua.
La linea del destierro, la cimitarra del exilio.
Comparando èsto con un animal el viento
llena de exodos los àrboles
y algo, algo desafiado por deuteronomios
cimbrea lo hialino como un rostro en la piel
como un esqueleto encerrado en el cuerpo.
Puedes escribirlo mientras no hayan palabras.
Mientras la subjetividad suba al destino
con esa cualidad de organo y papel
que sumerge la brea, el ocio
ese rehen dentro del àtomo
transformando en obediencia
las celulas.
Ese presente donde la evoluciòn
vuelve a llamarse.
Donde la confusiòn de sus halos
derrama la ilusiòn en una etiqueta.
Y entonces gritamos estadios y naturaleza,
pero sòlo un instante.
Guillermo Paredes Mattos
martes, 24 de abril de 2012
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Con frecuencia sucede que su cansada voz
ResponderEliminarSemeja al estertor de un herido olvidado
Junto a un lago de sangre, bajo un montón de muertos,
Que expira, sin moverse, entre esfuerzos inmensos.
tan solo un instante, gritaremos
que tierno y contundente a la vez
Y despuès de ese instante,
ResponderEliminarla belleza renace desde otro temblor...