miércoles, 3 de abril de 2013
El Centauro de Sol
Como un centauro de sol dormido en la arena,
astillado a veces por el agua, acariciado otras
por la marea.
Como el suicidio de un planeta.
En la cortina de una mancha habitada por los
labios.
Por un juez de coral y horizonte
soñando sus esquirlas.
La adivinaciòn del pez y del clavel en una
cìtara.
La expresiòn de adioses
que atraviesan
cosmogonìas, con la experanza de otros idolos,
de otros puertos de sal en los cabellos.
De otras cartas de acido.
Y entonces pregunto a los centauros porque
dejaron morir a uno.
Porquè en esta imagen.
Hacia esta pàgina de hidrògeno donde las estrellas
anudan o intentaban anudar otras cosas.
Y mi espìritu buscaba ese movimiento.
Esa carta astral del aparejo.
Esa nieve en los ojos del velero.
Pero los centauros no responden.
Y recuerdan que eternamente
duerme uno en
la arena.
Guillermo Paredes Mattos
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