Còmo escribirlo. Detallarlo de manera que
relige su forma en ventanas neutras como el tiempo.
En otro deslizamiento, mientras los truenos relatan
el desmayo del velero en los halos. Sì, cuando
èstos muestran sus emperadores con inocencia
y perplejidad, como lo hace un espejismo.
Y de pronto, sobre el nubarròn el desierto,
el trebol de extraños mensajes, el testamento
donde un patriarca llega con la furia del mar
en su boca, sin logra ser inasible.
En què primavera aforo...Bajo què lunàtico,
emprendiendo contra el ciclo una barbarie
para que toda mariposa conozca un sepulcro
donde la muerte es un lirico juguete,
una hermosa làpida de vidrio, una oraciòn
con cicatrizes de fuga en sus rìos.
En sus iris, en los anuncios del sol
o los martires de altares con los cirros
entonando insinuaciones que arrastran
la existencia igual que una serpiente
es arrastrada por una gota de agua en
la arena.
Hipotèticamente para crear la inteligencia
del desierto.
Guillermo paredes mattos
martes, 22 de febrero de 2011
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