viernes, 8 de julio de 2022

Descubrimiento

 Descubrimiento


Dado este país macizo y crepúscular en los ojos.


Dada esa intermitencia con la que asciendo a tus pupilas


con una serpiente emplumada en mi sangre.


Según esa teoría en las venas desde la cual este recipiente


recibe en el instante una palabra.


-Una palabra que en el momento 


de ser nombrada pierde su significado-


En esta ciudad boreal en la cual tú y yo presentíamos


y en sus orillas la ilusión de un oráculo


reiteraba la esencia de un día luminoso en la carne.


Con apariencia de verbo.


Con apariencia de relieve o vellocino.


Con semejanza de trigo o carbón que inunda la hierba


de espejismos. Tanto o más como lo hace una 


poética. En el sigilo o la renuncia a una andanada.


A una capital sin tropos ni hipérboles


que hoy en los collares despiertan la memoria de


un pubis. Entre la ira y la sal desfiguradas 


por reencarnaciones que descuelganse de los


pájaros con un carbón amarillo


en su cuerpo.


Con un trazo que alude a polinomios


o la vertical de mi sed cuando oprime en la pregunta


una respuesta.


Dado este recipiente que en vilo es un trance.


Un exorcismo que proviene de una estela.


Según la continuidad y el deseo en un broche que


circunvala muelles de algas y a partir de otra trama


la hojarasca es un desvelo.


Una cita con el sol.


Una maldición de ámbar o el itinerario


con que una cúpula borda en nuestros tejidos


un canto.


Desde una replica o una lamina


que colisiona en la intuición con un lápiz de papel


o el roce de una citara.


De toda superficie.


En las cuales descubro que las cosas que dejaste 


tienen alas.


En el momento de intentar tocarlas.


Se elevan hacia el cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario