jueves, 11 de abril de 2019
Los Pavimentos de Madera
Sobre la descendencia de este silencio hay un parpado.
En las veredas donde se espacia existe un nihilismo.
Una aguja roja.
El mar a lo lejos describe la tempestad.
Los ecos del diluvio.
El suburbio es una aurora ebria de horizontes
y escribir no significa tantas cosas. No
como en los travesaños
donde el poema desea o desfigura.
Y traza misteriosos objetoss en las estelas.
Todas de aluminio.
Y posiblemente cada una es un presagio.
-una màs amarillo que otra-
Un milagro con pròlogos de aire diferenciàndose a cada
instante de la piel por su naturaleza.
La misma puede ser invisible.
No es lo mismo que hialino.
No es lo mismo que una ciudad que llena su pubis
de alfileres mientras los elefantes duermen
cuando un adolescente tauta
en sus trompas el hambre de una palabra.
-es un extraño tauaje-
El hambre de una palabra que no es la
la de un ser.
Tampoco la de una tautologìa.
Desvaneciendose entre borrosos insomnios.
Y pavimentos azules de madera.
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