viernes, 8 de junio de 2018
Hermeneùtica de Lucidos Insomnios
Hay una carta.
En una grieta hay una carta y tambièn un instituto
de polen. En este caso es gris.
El lumen proyectandose o biselado por un
tropico hay.
Terrestre y amarillo es como un soplo.
Alguien preguntarà donde se encuentra el drama
de la catapulta.
Los adioses en los dirigibles se interrogaràn por
una habiraciòn de sufijos
donde eramos sin ninguna escencia de zinc.
Madurabamos allì como los platanos.
Dormiamos entre raices de ensueño.
Pròlogos que unìan manzanas en un
orden de hipèrboles que descendìan de los cèfiros.
Paìses de soledad donde crecimos
alimentandonos de botones.
Donde el oxigeno deformaba el infinito.
Lugares donde el roce
practicaba metafìsico con una aurora pristina
donde narraban las botellas.
Y fueron otras.
Otras las constelaciones que se agitaron
en los cuerpos.
Igual que las cascaras de un
inasible espejo.
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