jueves, 7 de febrero de 2013
Impresiones de Alabardas
Toda la impresiòn, donde ahora puedo
elegir no es lìrica; redentora de cines
y espumas, donde una calle abre su
canciòn vacìa.
Los mètodos buscan esa parte de rosa
quebrada por los pinos, màs allà
en cartas de polietileno, veo
al templo conceder al musgo un rìo.
Una cadena de tierra escribe al mar
su estado de fiebre y polvo.
Un mensajero de estridencias golpea
el tropel relinchando en la
cienaga del huno.
Naves invadidas por puñales
dan al origen, la playa del objetivo
con el mal, el cantaro de artrosis
relatando un retazo; alabardas
ciegamente en los pesebres,
en las habitaciones donde
una juventud de neòn
forma las cosas
y alguien dentro del aura
predice el tajo
de la escayola dormida en los dientes.
Con el nivear sutil del entrevelo.
Asi debìa ser...
Todo estaba preparado.
Sòlo lo contemplo.
Guillermo Isaac Paredes Mattos
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