jueves, 20 de septiembre de 2012
Transculturalidad del Hipopòtamo
He allì una làmpara.
Un mortero contemporaneo en ella.
La existencia del velo y una fronda, introducidas
por juicios populares
y atomos terroristas.
Como un arcano sedicioso del ente.
Como el nivel vaporoso-cultural
del intelecto al
abandonar el crear, existe una làmpara: Semeja
traumas y toda la vida eleva cartas
mensajes ginecològicos al lenguaje.
En su brillo habitan pensamientos y huespedes,
en su terror sòlo cortinas de humo. En ese brillo
hay sòlo psicosociales si se quiere.
En ese resplandor no existen definiciones,
todo es linchamiento.
Un patriarca: La nebùlosa que
empalamos.
Como un tramite subliminal del sentido tomado por
el hecho, ese tramite por ser subliminal
ha perdido sus lazos con la realidad
para construir un hipopòtamo.
Un hipopòtamo que es inefable.
Un hipopotamo que busca la noche
para ser diurno.
Uno que sabe que toda salvaciòn consiste en
extinguirse.
He allì una làmpara, una que trastocadamente
camina a un hipòpòtamo.
Pero no es un mamìfero.
Guillermo Isaac paredes mattos
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