domingo, 30 de septiembre de 2012
Ensayo del Trapecio y la Garrocha
Nosotros vivimos en un paìs donde grandes titanes
disputan un punto a los
cadaveres. Màs allà lucha un gigante.
Nos alejamos sobre huèspedes que duermen eternamente.
Desde ellos reflexionamos sobre el sigilo
y el preludio. Pregùntamos a veces, sobre esa vida
perdida en el sueño, errante en la perpetuidad
de aquello que
sumergimos
que enterramos, a lo cual el universo diò
una làpida de aire.
Algunos pensaron que era de agua.
Y nos decimos. De aquì a cualquier pètalo
siempre habrà una distancia.
Esa distancia parece muy pequeña,
pero no lo es.
Es sòlo una diferencia cuyos amargos botines
deàmbulan por el cielo
ensayando en ramplas de topacio
el rumiante lugar del musgo
el silencio radiante de una humedad
el bolido desconocido que nos amenaza.
Nosotros vivimos en un poema donde
todo vibra en el riesgo.
Un poema sin antorchas ni garrochas.
Uno que cae eternamente
pero no en la eternidad.
Sino en abismos profundos y luminosos.
Uno de ellos podrìa ser
el miedo.
Guillermo Isaac paredes mattos
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El miedo
ResponderEliminarJamas
ResponderEliminarClaro, pero tù lo coyunturas en otra parte...En el caso del poema està coyunturado en el mismo.