El misterioso lugar de las fosas.
El universo dorado y forastero del lirio.
El aprendizaje de una libelula
arrastràda por el mar, devorada por el tiempo,
llena de mitos como una palabra
o una pronunciaciòn.
Ese cuadro, inexpugnable y artico
ejemplificado por artificios
y sofisticadas botellas de hambre,
cenizas de amargor dentro de la fiebre
o un dios sonàmbulo.
Un dios que vendiò
su alma al abismo.
Sin saber que allì la aguardarìa
el infierno.
Guillermo isaac Paredes Mattos
martes, 29 de noviembre de 2011
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