El Destino de la Humedad
En el patio enhebra.
No es religioso como tú crees, pero está
cubierto de adioses.
Se siente tranquilo.
Lo amparan las cúpulas y jaulas.
Muy seguro complaciendo.
Cada quien vomita o escupe como
quiere.
No sé si lo ignora o se hace el idiota.
Lo cierto es que cumple con
su papel.
Conmueve en toda su individualidad.
Ahora retiro ese espejo.
Camino a la siguiente escena.
La noche embiste y en la hierba
un escalpelo.
Un puñal azul y un cuervo sobre tu hombro.
Una expresión y el revés de una cuerda.
En qué camino hacía ella
el sentido común fue abandonado?
Yo creo o casi convencido de esos
hallazgos que rozan la distancia vuelvo
a mis párpados.
No. No espero una lágrima.
Y mucho menos esa metáfora para convencer a un poeta.
O en todo caso a la poesía que habita
en él.
Pero eso puede hacerse ?
Mil litros de agua me separan
de un cráter.
El futuro es una cáscara y si bien un presagio corta el destino o
lo deforma hay veranos con muelles
con mucha literatura en su moho.
Allí la humedad envejece.
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