martes, 15 de enero de 2019

Semejantes a un Soplo






Nuestros nombres se encuentran al lado de un árbol.
No pretenden ser un manifiesto o una orilla en la
la cual se desarrollan algunos enigmas: las imàgenes
que forman sus siluetas por ejemplo.

-pero, son las imágenes que forman sus siluetas
realmente enigmas?-

En las líneas que crean sus palabras hay dioses
amarillos.  

-eso como una afirmación-

Por lo general los dioses amarillos son un extraño 
rigor de la idolatría.
Aquella con la cual se sigue a un pájaro.

Y por lo general los dioses son como bírremes.
Un birreme fue la evolución de una galera.
Fue inventado por los fenicios.

Además de galeras los fenicios crearon el alfabeto.
Como todo alfabéto era pictográfico.
Durmió durante siglos en los cuellos de los cisnes.

Nuestros nombres se encuentran al lado de un árbol.
De una manada de mandriles que todo lo sabe.

De un teatro de marionetas.
Como muchas cosas en el aliento ese teatro parece
marginal.

-no es lo mismo que decir subversivo-

No es lo mismo decir que llegamos a la aurora con
otras palabras para las cuales el aliento
es suficiente.

No pueden ser formadas.

Emanan del discurso invisible de una estrella.

Igual que emanan como en nuestro ser.

Semejantes a un soplo.







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