viernes, 31 de agosto de 2018

El Latido del Pensamiento





No hay ninguna estrella esta noche.
Ni una sola constelación.
El viento borra apariencias de anilina
con una visión inedita de su sueño.
-es mostrada parcialmente-
Sobre los cartones dorados ideales
trazan venas y siluetas de ambar.
Sobrenaturales tejidos inundan la arena 
de carbón y espejismos.

En un parpado los manantiales muerden
igual que manzanas imagenes de un 
paraiso que aún  despedazamos como 
alegoría en cada latido del pensamiento.
Por supuesto.
El pensamianto también tiene un corazón.
Se desangra en el interior pero
muy lejos de nosotros.
Contrario a todos nuestros hechos nos
dice que el amor es un muelle
el cual espera un barco edificado pero
sólo por el horizonte.
Que duda cabe que ello es como conducir
en nuestra mano una legaña.
Que duda cabe. También soy un zoológico.
Con cartas vespertinas y a veces
terrestres
diseminadas en el amanecer por un juguete.

No hay ninguna estrella esta noche
pero hay dicotomías y planos astrofísicos.
Resumenes de mi historia en una bahía
de saliva donde las moscas sacían una sed
veterana e inverosimil. 
Siempre inverosimil y veterana.
Como un hocico que busca aquella 
palabra escupida en la aurora.

Errante ahora como un edificio de yesca
coordinando con la soledad
el lenguaje de los higados en un anfiteatro

ebrio de vaporosas manadas

anhelando fractales entre increibles
hordas.









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