La duermevela en los lirios de
los aparejos.
Esa funciòn de araña...
Como espectaculos y bastiones desertàmos
del dìa hoja a hoja.
Y encontramos el lugar del crear entre la
desesperaciòn, asi,
nocturnamemnte la ilusiòn de volver
es menos complicada.
Trajimos una màscara.
Obsesionados desde el trajìn
sembramos una botella en la boca,
muy junto a su aventura
invocada por las pesadillas
en tormentas
sin proezas.
Era como la visiòn del agua
en un càlculo,
en sueños de reversa.
Era la invenciòn de objetos, oxidos
labrados por barbaries.
Allì universos de fuelles y equilateros
en los puntos lùdicos del alma.
Como repertorios de basìlicas
empezaba el mal a ser felìz,
tuvimos que ascender a ello
desde la estructura de dialècticos
palcos.
Apilando su corazòn entre muchedumbres
y trincheras.
Guillermo Isaac Paredes Mattos
viernes, 24 de febrero de 2012
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