Estación Proto-Cultural
Estoy pensando, claro estoy pensando.
Limito a la derecha con una esquina.
De igual manera a la izquierda.
Con más propiedad se tratan de límites.
La naturaleza de este centro posee
la misma condición.
En su caso limita conmigo mismo.
Y viceversa.
La estación que tanto propugnaba es
de azúcar.
Todos los que ignoraban se llaman
ahora revolucionarios
- como este lírico instinto -
y de la noche a la mañana
aprendieron a dislocar.
A escupirse entre ellos.
Con un poco más de experiencia sabrán que es devorarse.
Se devoraran más no a la manera de las
bestias.
El caso aquí es distinto.
Una tipo de biología no poética.
Yo voy a ver sus huesos.
Las anguilas que hay en mi alma cubrirán las hojas.
Lo ferviente.
Eso una y otra vez tan profiláctico.
El espasmo con disciplina de
vértigo-cultural.
Yo estoy siendo otra vez gelatinoso.
Mira estoy siendo tan organizado !
Estoy pensando claro.
Y en relación a ello una ironía.
Un rompemuelle.
Una paradoja que entiende la soledad
como un hueso suscinto.
O hirsuta uña.
Hasta un lago de sal es una aproximación a esa cultura sin dones
con tres hígados.
Y un rigor lucido colonial donde
se abortan los paisajes.
Estoy pensando de pronto creo estar
pensando.
Pero en lo más profundo de mi aquello que logra ver en ese pensamiento.
Y sin ninguna duda.
No lo cree.
No hay comentarios:
Publicar un comentario