El Relieve de una Maldición
Uno espera un poema.
El caso no es nunca el contrario.
La poesía está en algún lugar.
Solo eso.
Su espacio - tiempo, nada tienen que ver con el nuestro.
Y nadie sabe de qué dimensión cayó.
No es un ángel o demonio.
La poesía tiene argumentos muy sólidos para mostrar que su situación no está reñida a ambos casos.
Pero lo escribes.
Tu cómplice es la metáfora.
Una imagen que queda de la noche.
El pétalo de un bosque que tomaste y guardaste, mas no para una ocasión.
Solo lo recogiste.
Es un error creer que ese pétalo era una imagen o una profecía para
un instante como este.
O para cualquier instante.
Pero tú lo crees.
Estás convencido de ello.
Y esa misteriosa fe
- en realidad toda fe es sólo una maldición -
Creará otro mundo.
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